A continuación reproduzco un emotivo
fragmento de Musa Sadr sobre el papel sanador del periodismo en la
sociedad. Un periodista tiene la capacidad de
crear una sociedad sana cuando publica un artículo, una imagen, un titular...
"La prensa es un lugar desde el que
adorar a Dios y desde el que servir a los seres humanos y cuando la
prensa no responde a esa obligación pasa a ser un territorio de
Satanás.
La prensa es uno de los más
importantes y precisos campos de batalla, ya que forma la opinión
pública y colabora en la creación de cultura. Es alimento para las
almas y crea nuevos niveles para la evolución del espíritu. Refina
las emociones de las masas y las orienta hacia el bien y lo correcto.
Es una servidora tanto de la sociedad como del individuo y, como tal,
es uno de los fundamentos de la nobleza humana.
Un periodista tiene la capacidad de
crear una sociedad sana, pues cuando él publica un artículo, o
escribe una nota, o publica una imagen, o destaca un titular, o
comenta un acontecimiento, pretende con ello orientar, tanto al
individuo como a la sociedad en su conjunto.
Un periodista puede ser un padre que
aconseja, un amigo sincero y un sabio guía o puede ser un traidor o
un corruptor, un deformador de las palabras pronunciadas por otros.
¡Oh hermanos! El periodismo es uno de
los más importantes frentes del combate sagrado y uno de los más
importantes instrumentos en la formación del ciudadano. Esta
importante posición que ocupa el periodista implica para él
obligaciones con la sociedad y le otorga derechos sobre ella.
Su obligación con la comunidad es, por
un lado, orientarla con sinceridad, iluminarla y aconsejarla. Por
otro lado, su derecho sobre la sociedad es que esta otorgue libertad,
le cuide y le proteja de todo aquello que pueda ser causa de su
corrupción y desviación.
¡Oh hermanos! La libertad es el mejor
instrumento para potenciar todas las capacidades del ser humano y el
individuo no puede servir a la sociedad si en ella no prevalece la
libertad, ni tampoco puede transmitir todas sus capacidades, ni
desarrollar todo su talento y cualidades si carece de libertad
suficiente. [...]
Por ello, nadie es capaz de limitar la
libertad individual excepto quien descree de la naturaleza innata del
ser humano, la naturaleza en la que Dios ha creado al ser humano, esa
naturaleza que es el “profeta-interior” de todo ser humano.
La libertad es un derecho que la
sociedad en la que vive otorga al periodista. Es un servicio que ella
le presta para que él actúe y un servicio para la sociedad misma,
porque le permite acceder a todo el conocimiento. Por ello, la única
manera de proteger la libertad es mediante la libertad misma. Y, al
contrario de lo que se dice, es ilimitada e infinita. Lo cierto es
que la verdadera libertad es la libertad total. Esa es la que procede
de Dios. Es ilimitada.
Pero la libertad verdadera es la
libertad que procede de causas que presionan desde el exterior y
causas que presionan desde el interior. Así, en palabras del Imam
Ali, la paz sea con él: “Quien abandona sus pasiones se torna
libre”.
Y si quisiéramos definir la libertad
diremos que ella es liberación de los otros y de uno mismo. Y si
quisiéramos explicar la libertad desde ese punto de vista, veríamos
que no existen limitaciones a la misma, porque una libertad que entra
en colisión con la libertad con los demás es adoración del ego y
esclava de las pasiones.
La libertad es un esfuerzo sagrado
(yihad). La expresión menor de ese esfuerzo, a la que se
refería el noble Profeta, es el combate contra los agresores y el
esfuerzo mayor es el combate contra el ego y la liberación de las
pasiones, para que la opinión del periodista sea consejo, verdad y
pureza."
______
*(Imam Musa Sadr, 31/5/1976, a propósito
del asesinato del periodista libanés Kamel Marwah, publicado en el
libro Las religiones al servicio del ser humano. Diez artículos
de Imam Musa Sadr, Fátima ediciones, Madrid, 2014)